¿Días de Fiesta o Pesadilla Festiva?

cena

NEURO CONNECTIONS
 
Por: Melissa Becher, Psy.D, LMHC
Licensed Psychologist

 

Ya llego esta época tan esperada: la época de fiestas, de compartir y apreciar las amistades y la familia. Comenzamos los días festivos con la tan esperada cena de acción de gracias. Pensamos en todo lo relacionado a este día, que abre la puerta a la época navideña, el pavo, el puré de papas, la cacerola de habichuelas verdes, el pie de manzana y la salsa de “cranberries” entre otras cosas deliciosas. Planeamos e imaginamos una cena de familia, todos reunidos en la mesa, adornos de navidad y un ambiente festivo en nuestro entorno. Todo es armonía, felicidad y juntos cantamos villancicos de navidad.

Esperen un momento! Esto es posible solo si planeamos una cena de acción de gracia al estilo estadounidense y sacada de una película de Hollywood. La realidad es que nosotros los latinos aún cuando adoptamos la tradición estadounidense tenemos nuestra forma individual de celebrar que nos distingue como pueblo.

Pero más allá de las celebraciones, los rituales de la cena de Acción de Gracias, la Navidad y el Año Nuevo, aumentan la emocionalidad en algunas personas. Y esta intensificación de los sentimientos pueden provocar cambios repentinos en los estados de ánimo… en que muchas veces, se mezcla la alegria, la nostalgia y la ansiedad.

Entonces, ¿Estas celebraciones es una oportunidad de compartir en familia y disfrutar de la compañía de los seres queridos y amistades, ó es una pesadilla festiva?

No es raro encontrar personas a las que esta época les cause tristeza y hasta depresión. No todas las personas se sienten felices durante estos días festivos…, la separación familiar, la muerte de algún ser querido, problemas financieros, perdida de trabajo, entre otras puede causar cierto tipo de tensión. Debemos comprender que no a todas las personas les agrada compartir y puede ser parte de su personalidad o que sufran de trastornos del estado de ánimo. Así mismo, todo este festejo puede causar estrés y arruinar la armonía de las celebraciones.

Por otro lado, hay quienes con solo comenzar a planear la cena ya experimentan tensión, preocupación, ansiedad, etc. Luego de planificar todo, vienen los pensamientos relacionados a las expectativas de cómo va a culminar la actividad. Experimentamos estrés pensando: ¿Dónde se celebrará la cena?, ¿Si es en nuestra casa on en casa de los suegros?, ¿Cuál va a ser el menú? ¿Quién va a cocinar o lo ordenamos?, y ¿A quién vamos a invitar?

Así que después de tanto planificar por fin llega el ansiado día y comienzan a llegar los invitados, ¿Quién no tiene en su familia el pariente que habla demasiado alto, el critícalo todo, el que habla sin pensar, el que cuando toma alcohol se transforma, el que tiene humor negro y solo él se ríe de sus propias bromas.   No puede faltar el familiar que hace preguntas inapropiadas… Sin hablar de las amistades que traen a sus niños y los dejan hacer lo que quieran, brincan en los muebles, tocan la comida que todavía no se ha servido o los dejan correr por toda la casa, esto sin definir límites adecuados para el niño. En fin, en muchas ocasiones los invitados pueden transformar tu cena en una verdadera tragicomedia en cuestión de horas.

Si no manejamos adecuadamente el estrés que se genera desde la planificación hasta la limpieza del día siguiente podríamos experimentar las consecuencias de una “pesadilla festiva”.

Entre los síntomas de la “pesadilla festiva” podríamos experimentar palpitaciones, preocupación excesiva, sudoración, sentimientos de frustración, trastornos gastrointestinales, interrupción del sueño, irritabilidad y tensión.

Entonces, ¿Cómo mantener un equilibrio saludable? He aquí algunas recomendaciones:

  • 1) Ser realistas, la cena no tiene que ser perfecta. Haga planes con objetivos reales.
  • 2) Cuente con un presupuesto para la cena.
  • 3) Ordenar con tiempo el menú de la cena, comprar ingredientes y si vamos a ordenar la comida, hacerlo con suficiente tiempo.
  • 4) Pedir ayuda. No pienses que eres la Mujer Maravilla o Superman. Todos podemos pedir ayuda y poder tener éxito con la preparación de la cena.
  • 5) Invitar a las personas más cercanas a nosotros.
  • 6) Poner a un lado las diferencias personales. Trata de aceptar a las personas como son y no como quisiéramos que fueran.
  • 7) No cuesta nada y le permitirá tomar las mejores decisiones y alejarse de los estados de tensión provocados por el estrés de estas fechas.
  • 8) No dejar a un lado los hábitos saludables, come entre comidas para evitar el comer de más alimentos altos en azúcar, calorías y grasas típicos de las festividades.
  • 9) Dormir lo suficiente la noche previa para tener suficiente energía el día de la cena. El cuerpo necesita estar descansado porque así restaura las neuronas y el cerebro.
  • 10) Se consciente de tus sentimientos, si te sientes estresado/a, exprésate, busca maneras de manejar tus sentimientos tales como frustración, tristeza, coraje entre otros. Si no te sientes bien, planifica algo pequeño, intimo con la familia más inmediata.
  • 11) Si te sientes abrumado con solo pensar en esta época, busca ayuda profesional. Es importante aprender a manejar el estrés, la ansiedad o la depresión que podría causar el comienzo de estas fiestas. Recuerda que es normal sentir tristeza en esta época si estás pasando por una situación difícil.
  • 12) Y por último, trata de disfrutar la reunión y la cena al máximo. Compartir junto a los tuyos, aumenta la sensación de identidad familiar, genera bienestar, y recuerda que el verdadero significado del día de Acción de Gracias es agradecer a Dios por las bendiciones recibidas durante este año, por la salud, por tu familia…

 

 

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