Inculcar valores a los adolescentes debe comenzar por los padres.

Enseñar principios éticos y morales a los adolescentes es una tarea que debe comenzar por los padres.

Escrito por Anabel Casarez Aguilar.

Los valores humanos  son guías de la actitud ante la vida. Hablar de ellos y de la manera de inculcarlos, invita a la reflexión, pero no sólo sobre el desinterés o desapego de los jóvenes, sino, sobre la responsabilidad que deben asumir los padres y el verdadero significado de esa labor.

La manera en que ellos actúen durante la adolescencia de sus hijos será fundamental para su educación y desarrollo. Por eso, puede ser de gran ayuda  para la transmisión de valores, preguntarse: ¿Qué ejemplo le doy a mi hijo? ¿Él o ella qué ven en mí?

De manera equivocada, se piensa que los jóvenes no practican ni conocen los valores. No es que estos desaparezcan, sino, que los valores en los jóvenes se interiorizan de acuerdo a sus experiencias, tomando en cuenta que el contexto actual se transforma continuamente, por ello, que muchas de las veces, los adolescentes y adultos conviven en marcadas diferencias, intolerancia e incomprensión.

Por eso, inculcar principios éticos y morales a los adolescentes es una tarea que debe comenzar por los padres, es esencial que éstos reflexionen profundamente sobre la importancia y la necesidad de fomentar en sus hijos una educación basada en el respeto, la honestidad, la solidaridad, el esfuerzo, la lealtad, el amor, entre otros.

No obstante, para enseñar algo, es primordial comprenderlo de antemano, por eso, los padres deben ser concientes y congruentes en sus actos. Educar en valores significa promoverlos, asumirlos y cuestionarlos desde el ejemplo, es decir, no exigir algo que ellos no ponen en práctica.

Al hablar de éstos y buscar la manera más adecuada para inculcarlos y, al mismo tiempo, mantener una buena relación padre e hijo; se deben tomar en cuenta aspectos que enriquecen la convivencia como:

– Dedicar tiempo para hablar y reflexionar sobre valores.

– Ser congruentes.

– Fomentar la lectura de libros, revistas, artículos, etc., donde se traten tema de interés personal, así como familiar.

– Poner atención y evitar actitudes como: Envidia, violencia, egoísmo, etcétera.

– Ser constantes y dar seguimiento a todos los aspectos de la educación de los hijos  como escuela, tareas y profesores.

– Demostrar cariño, afecto e interés y mantener una comunicación abierta.

Los valores tienen una importancia imprescindible en el desarrollo del adolescente, permiten la convivencia y al armonía en cualquier relación social, por lo tanto, ejercerlos engrandece nuestro ser.

La adolescencia es una etapa en que las emociones se desbordan y el cuerpo cambia, por ello, la mejor manera de acompañar a los hijos durante ese periodo y brindarles herramientas sólidas para que convivan y se relacionen de la mejor manera a lo largo de su vida, comienza por inculcar, promover y ejercer los valores como parte de la vida diaria.

La actitud y la forma en la que respondan a sus circunstancias, problemas estará relacionada a todo aquello que aprenden en casa.  Es en familia donde el mejor cultivo de valores se puede dar.

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