LA BALLENA AZUL: DEL JUEGO AL SUICIDIO

No permita que su hijo se deje manipular por las redes sociales

 

Compartir y comunicarse con sus hijos, así como demostrar interés por sus actividades son las recomendaciones básicas de los especialistas para mantener a los jóvenes alejados de este tipo de juegos con tendencias masoquistas

 

Edda Pujadas, @epujadas

 

Los primeros casos fueron reportados en Rusia y más recientemente, se ha extendido a países tan cercanos México, Brasil, Paraguay y Colombia, entre otros, causando alarma mundial tras la muerte de varios adolescentes. Se trata de la “Ballena Azul”, un juego que se ha divulgado rápidamente a través de internet y de las redes sociales, incitando a los jóvenes al suicido.

Quizás ya son conocidas por muchos las consecuencias fatales de este juego que van, desde heridas auto-infligidas, pasando por ver películas de terror en la madrugada y pincharse con agujas hasta el suicidio, lo que no todos sabemos es cómo evitar que nuestros hijos sean víctimas de este tipo de manipulaciones a través de internet.

Para empezar, es importante estar informados y conocer cómo se inició este suceso. El juego “Ballena Azul” fue creado por un ruso llamado Philipp Budeikin, un ex estudiante de psicología que fue expulsado de su universidad, quien afirmó que su propósito era limpiar a la sociedad, empujando al suicidio a quienes él consideraba como inútiles.

El juego empezó en el 2013 como F57, uno de los nombres del llamado grupo de la muerte en la red social VKontakte y se basa en 50 macabras tareas que hay cumplir durante 50 días hasta llegar a quitarse la vida. Es importante acotar que, como requisito para poder participar en la “Ballena Azul” los jugadores deben compartir datos personales y familiares, por lo que, si desean abandonar el juego, son amenazados con lastimar a sus seres queridos.

¿QUE HACER?

Los expertos aseguran que los programadores de este tipo de juegos detectan a personas que están solas y que, por lo general, se conectan largas horas en la noche y en la madrugada. También, se toman en cuentan perfiles de jóvenes que incluyen cosas retadoras, desafiantes o rebeldes.

Para los psiquiatras y psicólogos que han profundizado en el tema, las víctimas más frecuentes son los niños que ya han tenido antecedentes de producirse heridas a sí mismo y lo publican en las redes sociales. Igualmente, niños que comparten estados de ánimo depresivos como: “me siento solo”, “estoy triste”, “nadie me entiende”. A estos jovencitos, este juego les ofrece un propósito de vida, una aventura.

“La Ballena Azul” les da la oportunidad de pertenecer a algo, pues, por lo general se sienten solos o rechazados. Los psicólogos insisten en que cada niño es diferente y hay muchos que, a pesar de estar acompañados por padres y familiares, se sienten incomprendidos y buscan refugio en las redes sociales.

Obviamente, en esta época sería más que inefectivo, prohibir el uso de las redes sociales, pero si es importante la supervisión y orientación. Como es imposible acompañar a nuestros hijos las 24 horas del día, quizás lo más útil sea aprovechar el tiempo juntos para establecer una comunicación abierta, en la que el uso correcto de las redes sociales y la forma de llevar las relaciones interpersonales sea un tema prioritario.

La falta de fe, parece ser otro aspecto importante a considerar por los psicólogos y no se refieren específicamente a una religión, pero si a la importancia de inculcar valores, fe y un norte claro, que le permita a los niños sentirse protegidos y entender que tienen un futuro por delante y personas que las van a ayudar a conseguir sus metas.

A nivel de actitud es bien importante ser muy observadores. Para los expertos hay varias señales que pueden poner a los padres alerta como algunos cambios en la forma de vestirse, de actuar o conductas extrañas. No son necesariamente conductas suicidas, pero si son muy atípicas dentro del comportamiento rutinario de nuestros hijos.

Igualmente, cuando un niño se comienza a aislar, uno de los factores puede ser la depresión y si su única relación es con el computador, con el celular o con la Tablet, la situación puede ser muy delicada. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta enfermedad afecta a 300 millones de personas en el mundo y los jovencitos no escapan de ella.

La depresión se ha convertido en un serio problema de salud infantil y juvenil, llegando a causar gran sufrimiento y a alterar las actividades escolares y familiares. En niños y jóvenes deprimidos, juegos como la “Ballena Azul” con retos como interrumpir el sueño, ver películas de terror durante 24 horas seguidas, no hablar con nadie durante un día o autolesionarse no hacen otra cosa que acelerar e incentivar su predisposición a la tristeza.

Así que, una vez detectadas las señales de alerta, es evidente que lo más importante es establecer y mantener la comunicación con los hijos.  Definitivamente, hay que estar pendiente de ellos, aunque pensemos que ya son grandes, conocerlos y entenderlos. Si un padre no conoce realmente a su hijo, no podrá detectar una conducta extraña, explican los psicólogos.

Es importante aclarar que conversar no es equivalente a preguntar si hizo las tareas o si cumplió con sus obligaciones familiares. Es preguntarle cómo les fue, quiénes son sus amigos y compartir también con ellos. Hay que conversar amistosamente, sin juzgar y sin intenciones de que su hijo se sienta en un interrogatorio.

Hay que intentar mantenerse al tanto de lo que sus hijos ven, hacen y comparten en las redes sociales, debido a la gran influencia que tienen en sus vidas. De hecho, basándose en el poder las redes sociales, surgió la “Ballena Rosa”, un desafío online que nació en respuesta a la “Ballena Azul” en Brasil, el primer país latinoamericano en el que se documentaron casos relacionados con el macabro juego.

A diferencia de la “Ballena Azul”, su homónima rosa no busca la muerte, sino la vida. Sigue la misma dinámica, pero propone a los niños ser generosos con alguien, hacer reír a otra persona, expresar cariño, fomentar la autoestima, elogiar a un compañero que sufra acoso escolar o hacer nuevos amigos. El último reto es salvar una vida.

El sitio web de la “Ballena Rosa” que está disponible en portugués, español e inglés, pretende demostrar que internet también puede usarse para hacer el bien y quizás ese sea el menaje más importante que debamos transmitir a los jóvenes: el adecuado uso de internet y de las redes sociales.

Realmente, más allá de las redes sociales, del trabajo y de los estudios, lo que es verdaderamente importante es compartir con nuestros hijos y que sepan lo significan en nuestras vidas. Que entiendan que cada uno de ellos es una persona valiosa y que pertenecen a una sociedad a la que tienen mucho que aportar.

 

 

 

 

 

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